10 de las 16 sedes del Mundial 2026 podrían ser peligrosas para los jugadores por el calor extremo, según un estudio

La Copa del Mundo de Qatar 2022 no solo será recordada por regalarnos una de las finales más emocionantes en la historia del torneo, sino también por ser la primera vez que este certamen se disputó entre noviembre y diciembre, debido a las altas temperaturas del verano en el país árabe, que hacían inviable jugar en las fechas habituales de junio y julio.

Este mismo motivo ha despertado la preocupación de un grupo de investigadores, quienes, a través de un estudio publicado en la revista científica Scientific Reports, advirtieron que 10 de las 16 sedes que albergarán la próxima cita mundialista podrían exponer a los jugadores a un riesgo muy alto de sufrir estrés térmico extremo.

En 2022, la FIFA confirmó las 16 ciudades anfitrionas de la Copa Mundial de la FIFA 2026, de las cuales el estudio destacó 10 como inseguras para los futbolistas debido al riesgo de estrés térmico severo. Sin embargo, tres de ellas representan un peligro mayor: Arlington y Houston en Estados Unidos, y Monterrey en México.

¿Qué es el estrés térmico?

El estrés térmico ocurre cuando el cuerpo no puede mantenerse a una temperatura saludable debido al calor intenso, alta humedad o falta de ventilación. En estas situaciones, los mecanismos naturales de regulación térmica, como el sudor, se vuelven insuficientes, lo que puede provocar problemas graves de salud.

Para los futbolistas, el estrés térmico es especialmente peligroso, porque la actividad física aumenta su temperatura corporal. Si se suma el calor ambiental, el cuerpo puede no ser capaz de disiparlo, lo que lleva a deshidratación, agotamiento por calor, calambres o incluso un golpe de calor, que puede ser fatal si no se trata a tiempo.

Basta con recordar lo ocurrido en la reciente Copa América, celebrada en junio de este año, durante el partido por fase de grupos entre Perú y Canadá en Kansas City. En ese encuentro, el juez de línea se desplomó aparentemente debido a un golpe de calor, mientras la sensación térmica superaba los 40 grados.

Una amenaza para los futbolistas

Actualmente la FIFA recomienda pausas para que los jugadores puedan refrescarse si la temperatura supera los 32°, esta medición se realiza utilizando el índice WBGT (índice de temperatura de globo y bulbo húmedo), que considera no solo la temperatura, sino también la humedad relativa del aire, la velocidad del viento y la radiación solar.

Sin embargo, el estudio sostiene que el índice WBGT es una medida imperfecta, ya que subestima el estrés térmico que los jugadores experimentan durante los partidos. Por esta razón, los investigadores utilizan otro indicador, el Índice de Clima Térmico Universal (UTCI), que incluye todos los parámetros del WBGT y agrega otros factores adicionales para evaluar mejor el impacto del calor en el cuerpo humano.

El estudio revela que las tres sedes con mayor riesgo superarían un UTCI de 49,5 °C, donde se espera una alta probabilidad de estrés térmico. Arlington y Houston tienen casi un 70% de probabilidad de alcanzar niveles peligrosos, seguidos de Monterrey, con más del 50%. Esta probabilidad disminuye drásticamente después de las 6 p.m.

Finalmente, la investigación recomienda que "los organizadores del torneo deben planificar de manera óptima el cronograma de los partidos para las sedes individuales, ya que el estrés térmico no compensado no solo puede amenazar la salud de los jugadores, sino también comprometer su rendimiento y efectividad en el campo".

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