El presidente exige al Congreso 'deshacerse' de la ley de semiconductores mientras senadores de su partido la defienden como “imperativo de seguridad nacional”.
Los legisladores republicanos rechazan contundentemente la propuesta del presidente Donald Trump de "deshacerse" de la Ley CHIPS y Ciencia de 2022 promulgada por Joe Biden, que destinó $52 mil millones para impulsar la industria nacional de semiconductores, calificando la iniciativa como esencial para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Durante su discurso ante una sesión conjunta del Congreso el martes por la noche, Trump calificó la Ley CHIPS como "horrible" y urgió a los legisladores a eliminarla. "Damos cientos de miles de millones de dólares y no significa nada. Toman nuestro dinero y no lo gastan", afirmó el presidente, sugiriendo que lo que quedara debería usarse para reducir la deuda nacional.
Republicanos se oponen a directiva de Donald Trump
Sin embargo, senadores republicanos clave que originalmente apoyaron la legislación dejaron claro que la propuesta presidencial está "muerta al llegar" al Capitolio, indicó The Hill. El senador John Cornyn (Texas), uno de los 17 republicanos del Senado que votaron a favor de la ley, defendió el programa: "Creo que reconstituir la fabricación nacional de semiconductores avanzados es un imperativo de seguridad nacional y económica".
Cornyn destacó que la idea original de la ley surgió durante la primera administración Trump, particularmente del entonces secretario de Comercio Wilbur Ross y el secretario de Estado Mike Pompeo. "Entiendo que el presidente sugiera que tal vez hay una mejor manera de hacer esto que usar dólares de los contribuyentes como incentivos... pero el dinero ya está esencialmente gastado", explicó.
El senador Thom Tillis de Carolina del Norte fue más directo: "Eso no va a suceder". Argumentó que sería prácticamente imposible conseguir los votos necesarios para derogar una ley que contó con amplio apoyo bipartidista, señalando que se necesitarían "ocho o 10 votos del lado demócrata" para superar el umbral de 60 votos requerido en el Senado.
Por su parte, el senador Todd Young (Indiana), principal republicano en la Ley CHIPS, expresó su sorpresa ante la exigencia de Trump, especialmente después de haber buscado garantías de los nominados al Gabinete sobre mantener la ley y sus prioridades.
"Ha sido uno de los mayores éxitos de nuestro tiempo, éxitos diplomáticos, comerciales y económicos", afirmó Young, destacando que se han visto "aproximadamente $650 mil millones de compromisos del sector privado a partir de una inversión de aproximadamente $30 mil millones de los contribuyentes".
La posición de Trump parece contradecir su objetivo más amplio de traer de vuelta la manufactura de alta tecnología a Estados Unidos. Durante su discurso, el presidente argumentó que podría lograr este objetivo mediante amenazas de aranceles, citando el anuncio de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company de una inversión de $165 mil millones para fabricar chips en EE.UU. sin recibir fondos gubernamentales.
El líder de la mayoría del Senado, John Thune (Dakota del Sur), también expresó su desconcierto: "Esa declaración en el discurso de anoche fue una de esas afirmaciones que no había escuchado antes", admitió, recordando que "hubo muchos republicanos que votaron a favor".
La Ley CHIPS, considerada uno de los mayores éxitos legislativos de la administración Biden, recibió el respaldo de 17 senadores republicanos y 24 miembros republicanos de la Cámara de Representantes, demostrando el amplio consenso bipartidista sobre la importancia de fortalecer la producción nacional de semiconductores frente a la dependencia de países asiáticos como Taiwán.
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