El regreso a clases es una oportunidad clave para asegurar el bienestar integral de los estudiantes. En un contexto donde los desafíos emocionales y nutricionales afectan su rendimiento, es fundamental que padres, educadores y autoridades trabajen juntos en su apoyo.
El regreso a clases, programado para el lunes 17 de marzo a nivel nacional, marca un momento clave para el bienestar de los estudiantes, no solo en términos académicos, sino también en su salud mental y nutricional. En un contexto en el que los retos emocionales y físicos han tomado mayor relevancia, es esencial que padres, educadores y autoridades fomenten hábitos saludables que contribuyan al desarrollo integral de los escolares.
Cuidar la salud mental y nutricional de los niños y adolescentes no solo influye directamente en su rendimiento académico, sino que también les proporciona las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos diarios con mayor fortaleza y energía. En este contexto, la nutricionista Sara Abu Sabbah, en diálogo con RPP, subrayó la importancia del rol de la escuela en el acompañamiento de la alimentación de los estudiantes, tanto en la lonchera como en el almuerzo.
Aclaró que los padres no deben ver la lonchera como una oportunidad para enviar todo lo que el niño no quiere comer en casa, con la expectativa de que la maestra lo haga comer. Por el contrario, se debe establecer una negociación basada en el conocimiento de los padres, quienes deben asegurarse de que contenga alimentos nutritivos y saludables. Para fomentar una alimentación más equilibrada, hay que ofrecer al niño varias opciones, por ejemplo: al elegir una fruta, se pueden ofrecer cuatro alternativas diferentes, permitiendo que el niño seleccione la que más le guste.
Un problema persistente en el país es la anemia infantil por deficiencia de hierro, un flagelo que afecta directamente la capacidad de atención y aprendizaje de los escolares, indica Sara Abu Sabbah. En ese sentido, es crucial que los padres de familia recuerden incluir en la alimentación de los niños alimentos ricos en hierro, como la sangrecita y el bofe, que son opciones nutritivas.
La especialista advierte, además, que la industria alimentaria viene ofreciendo cada vez más productos ultraprocesados y llamativos, pero cargados de azúcar, que no cubren las necesidades nutricionales de los estudiantes y pueden afectar negativamente su estado de ánimo y concentración. Por lo tanto, es fundamental priorizar una dieta saludable y equilibrada para su desarrollo integral.
Cuidado de la salud mental de los escolares
La psicóloga Antonela Galli, psicoterapeuta cognitivo conductual, recomienda a los padres de familia estar atentos a cambios en el comportamiento del niño, especialmente si deja de ser el mismo de antes. En casos de depresión, por ejemplo, el escolar puede comenzar a aislarse, evitando la compañía de sus amigos, pasando más tiempo frente a la computadora o en su cuarto, y mostrando un deterioro en su atención y concentración. También puede experimentar problemas de sueño y ansiedad.
En los niños en etapa preescolar, es importante observar si vuelven a mojar la cama, se rehúsan a ir al colegio, sienten ansiedad social al encontrarse con nuevos compañeros o no pueden estar quietos en clase ni seguir las normativas. Es fundamental estar atentos a estos síntomas y mantener una comunicación constante con los profesores, sin esperar que ellos sean los únicos responsables de detectar y corregir estos problemas si los padres no están tomando las riendas de la salud mental de sus hijos.
Sara Abu Sabbah subraya que los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia, son cada vez más frecuentes en la población escolar, y a menudo pueden pasar desapercibidos tanto por padres como por profesores. Es crucial que los adultos responsables reciban orientación especializada para poder identificar a tiempo los síntomas y signos de estos trastornos, y actuar de inmediato para intervenir. Este tipo de problemas requiere un enfoque multidisciplinario, que involucre a profesionales de la salud, la educación y la familia, con el fin de ofrecer el apoyo necesario para que el escolar pueda superar la situación y continuar con su desarrollo.
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