Día de celebración en RPP, por Fernando Carvallo [COLUMNA]

Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player

En la vida de las personas, como en la de las empresas y las naciones, hay días de celebración que permiten cobrar conciencia del camino recorrido y los logros obtenidos. Esos días nos ayudan a sobrellevar con paciencia los momentos difíciles que inevitablemente se presentan. Se atribuye al rey Salomón haber escrito hace tres mil años unos aforismos inagotables del libro bíblico del Eclesiastés: “Todas las cosas bajo el sol -escribió el sabio rey- tienen un tiempo y un momento. Hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Hay un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para hacer duelo y un tiempo para bailar, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse”. Por eso es oportuno aceptar las alternancias y escoger el buen día para reír, para bailar y para abrazarnos. Ese fue el caso de anoche, porque todos los que cada día hacemos RPP nos dimos cita para contemplar la nueva iluminación de la torre de transmisiones que corona la sede institucional y se proyecta a la ciudad y al país desde el Paseo de la República. La luz y la torre son símbolos de lo que RPP ha venido haciendo durante los últimos sesenta años: garantizar la información ajustada a la verdad, contribuir con la cohesión de nuestro país, dar la palabra a representantes de todas las sensibilidades y apostar por la mejora de la calidad de vida de los peruanos. Sesenta años es tiempo suficiente para merecer la confianza de radioyentes, televidentes y más recientemente de los cada vez más numerosos usuarios de las plataformas digitales. Las generaciones se suceden, las tecnologías se aceleran y los desafíos se multiplican. Pero algo no cambia: la curiosidad natural de los seres humanos por comprender lo que sucede a otros seres humanos. El Perú superará lo que hoy lo divide y lo empobrece. Y RPP seguirá jugando el papel para el que nació el 7 de octubre de 1963.

Las cosas como son