Exjefe de los Grammy rechaza acusaciones de abuso sexual en su contra

El expresidente de la Academia de la Grabación, la organización detrás de los Grammy, negó este miércoles los señalamientos que hizo su sucesora, recientemente despedida, de que su salida del cargo respondió a una denuncia de abuso sexual en su contra.

"Los señalamientos de violación son absurdos y falsos. La sugerencia de que hubo [una violación] lo que hace es difundir una mentira", dijo Neil Portnow en una declaración publicada en su totalidad en la revista Rolling Stone.

La respuesta llega un día después de que Deborah Dugan, que le sucedió en el cargo como la primera mujer en presidir la Academia, hiciera referencia a este supuesto caso de abuso en una demanda por discriminación que presentó contra la institución días después de que fuera puesta de licencia.

La ejecutiva precisó que Portnow violó a una artista extranjera que permanece bajo anonimato después de una actuación que dio en el Carnegie Hall de Nueva York.

La demanda de Dugan, que introdujo a menos de una semana de los que serían sus primeros Grammy, fue presentada ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, una agencia federal que hace cumplir las leyes contra la discriminación en el lugar del trabajo.

En el documento de 44 páginas, afirma que fue suspendida después de haber denunciado un caso de acoso sexual en su contra, así como irregularidades en la votación y otras faltas de conducta dentro de una de las organizaciones más poderosas de la música.

Portnow --que renunció después de 17 años al mando de la Academia, en medio de la indignación por sus polémicos comentarios de que las mujeres debían "redoblar esfuerzos" para obtener más reconocimiento por su trabajo- dijo que la presentación de Dugan "está llena de reclamos inexactos, falsos e indignantes y terriblemente hirientes".

Negó igualmente que haya pedido 750 mil dólares para permanecer en la Academia como consultor, como dijo Dugan le propuso la directiva de la organización.

Dugan asumió el cargo en 2019 con el propósito de marcar el comienzo de "una nueva era" para la Academia, acusada de promover una cultura musical abrumadoramente blanca y masculina.