Los manifestantes rechazan el proceso de juicio político para destituir a la mandataria que estudia el Congreso.
Millares de integrantes de los principales sindicatos y movimientos sociales de Brasil marcharon en 26 de los 27 estados del país para manifestar su apoyo a la presidenta Dilma Rousseff y protestar contra el proceso de juicio político para destituir a la mandataria que estudia el Congreso.
Según la Policía Militar de los estados en los que se registraron las manifestaciones unas 45.000 personas participaron de las marchas, un número menor a los 275.000 calculados por los organizadores.
La convocatoria liderada por la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor central sindical del país, y el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), ambos vinculados al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), llevó a miles de personas a las calles.
Las marchas respondieron a las realizadas el último domingo, con unas 83.000 personas según las autoridades, por movimientos contrarios al Gobierno y que con el apoyo de los partidos opositores se posicionan a favor del juicio político contra Rousseff.
La mayor marcha de este miércoles fue en la céntrica Avenida Paulista, conocida como el "corazón financiero" de Brasil, con entre 70.000 y 100.000 manifestantes según los organizadores, que superan la participación opositora del último domingo.
Los militantes marcharon con camisetas y banderas rojas, colores que simbolizan al PT, y carteles con mensajes de apoyo a Rousseff y otros pidiendo la salida del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien dio "luz verde" al inicio del proceso para estudiar la viabilidad del juicio político.
En otras ciudades como Brasilia, Río de Janeiro, Recife, Florianópolis, Salvador y Belo Horizonte, entre otras capitales, la adhesión a la convocatoria fue menor.
Las manifestaciones transcurrieron en relativa normalidad, con algunas pequeñas broncas entre militantes a favor de Rousseff y personas contrarias que fueron controladas por la Policía.
Las protestas de sindicalistas y militantes de organizaciones sociales coincidieron con una audiencia en que la Corte Suprema, que postergó su pronunciamiento sobre el trámite que debe ser seguido en un posible juicio político.
EFE
Comparte esta noticia