Un chat grupal en Signal, con altos funcionarios como Pete Hegseth y JD Vance, expuso detalles de ataques contra los hutíes en Yemen a Jeffrey Goldberg de The Atlantic, desatando críticas y demandas de investigación.
El Gobierno de Donald Trump enfrenta una grave controversia tras confirmarse que un plan de guerra secreto fue enviado accidentalmente a un periodista.
Jeffrey Goldberg, jefe de redacción de la revista The Atlantic, fue incluido por error en un chat grupal en la aplicación Signal, donde el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y otros altos funcionarios discutían ataques inminentes contra los rebeldes hutíes de Yemen.
La Casa Blanca reconoció la autenticidad de los mensajes y anunció una revisión interna, mientras crecen las críticas por esta falla de seguridad sin precedentes.
¿Qué pasó con el plan de guerra secreto de Trump?
El incidente ocurrió días antes de los ataques anunciados por Trump el 15 de marzo de 2025. Goldberg relató que fue añadido al chat el 13 de marzo y recibió detalles específicos del plan, incluyendo objetivos, armamento y la secuencia de los bombardeos.
Según el periodista, Hegseth compartió un cronograma preciso, indicando que las primeras detonaciones en Yemen ocurrirían a las 13:45, hora del este de EE.UU., lo que se cumplió puntualmente.
La Casa Blanca, a través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, admitió que "el hilo de mensajes parece ser auténtico" y que se investiga cómo se agregó un número externo al grupo.
Entre los participantes del chat estaban figuras clave como el vicepresidente JD Vance, el asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz y una cuenta identificada como ‘S M’, presuntamente Stephen Miller, asesor de Trump.
El periodista insistió este martes en entrevistas con MSNBC y CNN que el secretario de Defensa detalló los ataques "minuto a minuto", incluyendo objetivos humanos y condiciones meteorológicas, aunque optó por no publicar toda la información sensible.
El grupo no solo coordinaba logística, sino que debatía la estrategia, con Vance expresando dudas sobre intervenir para "rescatar a Europa nuevamente" y Hegseth criticando el "aprovechamiento europeo".
Indignación y demandas de investigación
La filtración generó una ola de críticas bipartidistas. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, calificó el hecho como "una de las violaciones más sorprendentes a la inteligencia militar" en décadas y exigió una investigación exhaustiva.
Jack Reed, senador demócrata, lo describió como "peligroso" y "asombroso", mientras que el republicano Roger Wicker prometió un análisis bipartidista.
Incluso Hillary Clinton, blanco frecuente de Trump por su uso de un servidor privado, ironizó en X: "Tienes que estar bromeando".

A pesar de la evidencia, Hegseth negó haber compartido planes de guerra y atacó a Goldberg, llamándolo "desacreditado". Sin embargo, el periodista insistió este martes en entrevistas con MSNBC y CNN que el secretario de Defensa detalló los ataques "minuto a minuto", incluyendo objetivos humanos y condiciones meteorológicas, aunque optó por no publicar toda la información sensible.
Signal, aplicación no aprobada para información clasificada
El uso de Signal, una aplicación no aprobada para información clasificada por el Gobierno de EE.UU., y la inclusión accidental de un periodista plantean serias dudas sobre los protocolos de seguridad de la administración Trump. Expertos como Jim Himes, del Comité de Inteligencia, señalaron que un error similar de un funcionario menor habría derivado en sanciones penales.
La filtración, aunque no publicada por Goldberg antes de los ataques, pudo haber comprometido operaciones militares y la seguridad de agentes en terreno.
La Casa Blanca afirmó que Trump mantiene "máxima confianza" en su equipo, pero el presidente evadió responsabilidad, declarando el 25 de marzo: "No sé nada sobre esto, lo estoy oyendo por primera vez".
Mientras tanto, legisladores de ambos partidos coinciden en la necesidad de esclarecer este "fallo atroz" que expuso planes bélicos sensibles.
Los ataques contra los hutíes en Yemen
Los rebeldes hutíes, parte del "eje de resistencia" proiraní, han intensificado sus ataques con drones y misiles en el mar Rojo y el Golfo de Adén, afectando el 12 % del tráfico marítimo mundial.
Estas acciones, en solidaridad con los palestinos por la guerra en Gaza, han obligado a empresas a desviar rutas comerciales, incrementando costos.
Estados Unidos, bajo Trump, prometió una "fuerza letal abrumadora" y ejecutó bombardeos desde el 15 de marzo, continuando una campaña iniciada en la administración Biden.
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