El mandatario estadounidense dejó por un momento la ropa formal por un buzo deportivo, para jugar un partido de baloncesto.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, aprovechó hoy la cercanía de una cancha al hotel donde se aloja en Nueva York para jugar un partido de baloncesto y relajarse antes de comenzar mañana una serie de reuniones con ocasión de la Asamblea General de la ONU.
Acompañado de una fuerte escolta, Obama se dirigió a pie ataviado con ropa deportiva de color negro a la iglesia de San Bartolomé, apenas una cuadra de su hotel y donde sus funcionarios habían averiguado que hay una cancha de baloncesto cubierta.
El presidente estadounidense lucía también una gorra de su equipo de béisbol favorito, los White Socks de Chicago, y le acompañaba su asistente personal, Reggie Love.
Al término del partido, que tuvo lugar sin la presencia de los medios, ninguno de los dos indicó quién había ganado.
"Si contesto a las preguntas de la prensa, Robert Gibbs (el portavoz de la Casa Blanca) me mataría", bromeó Love, al regreso al hotel.
EFE
Acompañado de una fuerte escolta, Obama se dirigió a pie ataviado con ropa deportiva de color negro a la iglesia de San Bartolomé, apenas una cuadra de su hotel y donde sus funcionarios habían averiguado que hay una cancha de baloncesto cubierta.
El presidente estadounidense lucía también una gorra de su equipo de béisbol favorito, los White Socks de Chicago, y le acompañaba su asistente personal, Reggie Love.
Al término del partido, que tuvo lugar sin la presencia de los medios, ninguno de los dos indicó quién había ganado.
"Si contesto a las preguntas de la prensa, Robert Gibbs (el portavoz de la Casa Blanca) me mataría", bromeó Love, al regreso al hotel.
EFE
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