El Ejército israelí anunció la destitución de un oficial y la amonestación de otro tras una investigación que señala "malentendidos operativos" y "mala visibilidad" en los ataques del 23 de marzo en Rafah, donde murieron paramédicos, rescatistas y un empleado de la ONU.
El Ejército de Israel reconoció este domingo "malentendidos operativos" y "errores" en los ataques que el pasado 23 de marzo causaron la muerte de 15 paramédicos, rescatistas y un empleado de la ONU en Rafah, al sur de Gaza.
Según el informe castrense, los incidentes, que involucraron tres tiroteos contra un convoy sanitario, se debieron a la "mala visibilidad nocturna" y al "estado mental" de las tropas, que percibieron una "amenaza inmediata" en un contexto de combate.
El general de división (reservista) Yoav Har Even, encargado de la investigación, explicó en una sesión informativa en Tel Aviv que las tropas actuaron bajo la "fuerte impresión" de enfrentarse a fuerzas de Hamás.
"Dada la realidad personal de las fuerzas: tiempo de guerra, ambiente hostil (...), actuaron bajo la fuerte impresión de que estaban ante una amenaza inmediata", afirmó Har Even.
El informe, cuyas conclusiones serán remitidas a la Fiscalía israelí, determinó que el subcomandante de la Brigada 14 del Batallón de Reconocimiento Golani fue destituido por su "responsabilidad como comandante de campo" y por proporcionar un "informe incompleto e inexacto" durante la sesión informativa.
Cómo fueron los ataques contra los paramédicos
Primer ataque: confusión con vehículo de emergencia
A las 3:07 del 23 de marzo, un equipo de 20 soldados israelíes, apostados a 30 metros de una carretera en Rafah, identificó un vehículo con "luces rojas y parpadeantes" como perteneciente a "Hamás o la policía de Hamás".
Abrieron fuego, matando a dos personas. Posteriormente, reconocieron que se trataba de una ambulancia. Una tercera persona fue detenida e interrogada, inicialmente identificada como miembro de Hamás, aunque esta acusación fue descartada tras un análisis más exhaustivo.
Segundo ataque: convoy de rescate bajo fuego
A las 5:06, un convoy de ambulancias y un camión de bomberos llegó para asistir al vehículo atacado. Las tropas, informadas de que los vehículos se acercaban "rápidamente", percibieron una amenaza y abrieron fuego, matando a varios paramédicos y rescatistas.
"Las tropas pensaron que se trataba de agentes de Hamás que iban a asistir a los otros", señaló Har Even. A pesar de que los vehículos tenían luces de emergencia y los paramédicos llevaban chalecos reflectantes, una duna y el camión de bomberos obstaculizaron la visibilidad del oficial al mando.
Tercer ataque: vehículo de la ONU
Quince minutos después, a las 5:18, un vehículo de la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos) llegó al lugar y fue tiroteado, resultando en la muerte de su conductor.
El informe calificó este incidente como una "infracción de las órdenes durante un combate".
El Ejército confirmó que no se encontraron armas en ninguno de los vehículos atacados.
Medidas disciplinarias en Israel
El informe, cuyas conclusiones serán remitidas a la Fiscalía israelí, determinó que el subcomandante de la Brigada 14 del Batallón de Reconocimiento Golani fue destituido por su "responsabilidad como comandante de campo" y por proporcionar un "informe incompleto e inexacto" durante la sesión informativa.
Este oficial, descrito como un militar "muy respetado" que regresó del extranjero para servir tras los ataques de Hamás en octubre de 2023, había resultado herido en combate y se reincorporó tras su recuperación.
Además, el comandante de la Brigada 14 recibió una amonestación por su "responsabilidad general" en el incidente, incluyendo fallos en el procedimiento de combate y la gestión posterior del lugar de los hechos.
Controversia por la gestión de los cadáveres
El informe también abordó la polémica por la gestión de los cuerpos de las víctimas, que no fueron recuperados hasta una semana después, cuando se encontraron enterrados en arena junto a los vehículos destruidos.
Según el Ejército, al amanecer del día siguiente al ataque, "se decidió recoger y cubrir los cadáveres para evitar más daños y despejar los vehículos de la ruta en preparación para la evacuación de civiles".
Sin embargo, la decisión de triturar los vehículos fue calificada como "errónea", aunque el informe negó que se tratara de ocultar el suceso o que los cuerpos estuvieran maniatados.
Acusaciones sobre presuntos miembros de Hamás
El Ejército sostiene que seis de los fallecidos eran miembros de Hamás, basándose en información de inteligencia, aunque no proporcionó pruebas específicas ni aclaró si estas personas trabajaban exclusivamente para la organización o también como paramédicos.
"Tenían un trabajo primario y uno secundario. La mayoría de ellos. Algunos reciben salarios de Hamás y son auténticos terroristas", afirmó Effie Defrin, portavoz castrense, sin ofrecer más detalles.
Durante la sesión informativa, el Ejército confirmó la detención de Asaad al Nasasra, paramédico de la Media Luna Roja Palestina, encontrado con vida tras el segundo ataque. Aunque desarmado, fue detenido para ser interrogado, pero Har Even afirmó desconocer los motivos específicos de su retención.
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