Este museo ´honra la memoria y la dignidad de nuestra gente, y cuya muestra, cuyas fotos, estremecen y hacen reflexionar´, subrayó la presidenta Michelle Bachelet.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, presa y torturada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), inauguró hoy el Museo de la Memoria, erigido para recordar a las miles de víctimas de ese período y prevenir que tales hechos se repitan.
"No podemos cambiar nuestro pasado, sólo nos queda aprender de lo vivido. Esta es nuestra oportunidad y nuestro desafío", declaró Bachelet tras recorrer el edificio acompañada por los otros tres presidentes que ha tenido Chile desde el retorno de la democracia.
Patricio Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006) acompañaron a Bachelet en este acto, celebrado a seis días de las elecciones presidenciales que enfrentarán al propio Frei y al candidato derechista, Sebastián Piñera.
"Me he sentido acompañada de la historia y de nuestro pueblo, representada en estos tres hombres justos, que representan 20 años de libertad y de respeto a los derechos humanos", recalcó la presidenta.
El acto se vio empañado por los abucheos que recibió el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa por su apoyo explícito a Piñera y por los gritos de la hermana de un joven mapuche muerto por la policía en 2008, que interrumpió el discurso de Bachelet.
Este museo "honra la memoria y la dignidad de nuestra gente, y cuya muestra, cuyas fotos, cuyas voces, estremecen y hacen pensar y reflexionar cómo se llegó a producir tanto dolor en nuestra patria", señaló la mandataria.
"Hay en este edificio imágenes que no quisiera recordar, pero hay también personas que siempre, más allá de todo dolor y tristeza, siempre querré volver a recordar", dijo Bachelet, cuyo padre, el general Alberto Bachelet, fue también torturado y murió en 1974.
El museo tiene como referencia los informes "Retting", que en 1991 documentó 2.279 casos de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, y "Valech", que estableció en 2004 que más de 28.000 personas fueron torturadas por causas políticas durante la dictadura.
Representantes de esas víctimas se encontraban sentados entre los asistentes al acto, al que acudieron ministros, parlamentarios y miembros del Poder Judicial y de la Iglesia, así como la madre de Bachelet, Ángela Jeria, quien fue torturada junto a su hija.
La vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, señaló a Efe que "este es un proyecto extremadamente significativo, que tiene que ser una contribución a la verdad, a la exigencia de justicia y a la memoria histórica en Chile".
"Necesitamos mirar el futuro aprendiendo de nuestro pasado", dijo la diputada socialista Isabel Allende, hija del fallecido presidente Salvador Allende, que se inmoló durante el bombardeo a La Moneda, el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado de Pinochet.
En tanto, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, señaló que "todos los pueblos tienen que llegar a la verdad, a la justicia y a la memoria", y recordó que el Museo incluye a agentes del Estado que fueron víctimas de la violencia política y figuran en el informe "Rettig".
"Creo que el Museo de la Memoria es una manera de enfrentar a la sociedad con su pasado", declaró, por su parte, el novelista Mario Vargas Llosa, quien señaló que un edificio de este tipo "debe ser un museo de todas las víctimas, sin excepción".
El museo tendrá una exposición permanente con documentos, objetos y abundante material audiovisual y archivos sonoros, entre ellos testimonios de las víctimas y sus familias, documentos jurídicos, cartas, fotografías y material de prensa.
La propia presidenta puso en diciembre de 2008 la primera piedra de este edificio, diseñado por el arquitecto Mario Figueroa, de la Universidad de Sao Paulo, levantado en el barrio santiaguino de Quinta Normal y que cuenta con 5.500 metros cuadrados construidos.
Frente al edificio se extiende una plaza de 8.000 metros cuadrados con dos grandes fuentes y una muralla en la que se pueden leer los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948.
Tras finalizar su mandato, el próximo 11 de marzo, Bachelet tiene además previsto integrarse como miembro permanente del directorio de la Fundación, que estará formado por 15 personas representativas de diversos sectores de la sociedad chilena.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) felicitó hoy a Chile por la inauguración del museo, que representa, dijo, un importante símbolo de la lucha contra la impunidad y de una cultura que se basa en el respeto a los derechos humanos. EFE
"No podemos cambiar nuestro pasado, sólo nos queda aprender de lo vivido. Esta es nuestra oportunidad y nuestro desafío", declaró Bachelet tras recorrer el edificio acompañada por los otros tres presidentes que ha tenido Chile desde el retorno de la democracia.
Patricio Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006) acompañaron a Bachelet en este acto, celebrado a seis días de las elecciones presidenciales que enfrentarán al propio Frei y al candidato derechista, Sebastián Piñera.
"Me he sentido acompañada de la historia y de nuestro pueblo, representada en estos tres hombres justos, que representan 20 años de libertad y de respeto a los derechos humanos", recalcó la presidenta.
El acto se vio empañado por los abucheos que recibió el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa por su apoyo explícito a Piñera y por los gritos de la hermana de un joven mapuche muerto por la policía en 2008, que interrumpió el discurso de Bachelet.
Este museo "honra la memoria y la dignidad de nuestra gente, y cuya muestra, cuyas fotos, cuyas voces, estremecen y hacen pensar y reflexionar cómo se llegó a producir tanto dolor en nuestra patria", señaló la mandataria.
"Hay en este edificio imágenes que no quisiera recordar, pero hay también personas que siempre, más allá de todo dolor y tristeza, siempre querré volver a recordar", dijo Bachelet, cuyo padre, el general Alberto Bachelet, fue también torturado y murió en 1974.
El museo tiene como referencia los informes "Retting", que en 1991 documentó 2.279 casos de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, y "Valech", que estableció en 2004 que más de 28.000 personas fueron torturadas por causas políticas durante la dictadura.
Representantes de esas víctimas se encontraban sentados entre los asistentes al acto, al que acudieron ministros, parlamentarios y miembros del Poder Judicial y de la Iglesia, así como la madre de Bachelet, Ángela Jeria, quien fue torturada junto a su hija.
La vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, señaló a Efe que "este es un proyecto extremadamente significativo, que tiene que ser una contribución a la verdad, a la exigencia de justicia y a la memoria histórica en Chile".
"Necesitamos mirar el futuro aprendiendo de nuestro pasado", dijo la diputada socialista Isabel Allende, hija del fallecido presidente Salvador Allende, que se inmoló durante el bombardeo a La Moneda, el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado de Pinochet.
En tanto, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, señaló que "todos los pueblos tienen que llegar a la verdad, a la justicia y a la memoria", y recordó que el Museo incluye a agentes del Estado que fueron víctimas de la violencia política y figuran en el informe "Rettig".
"Creo que el Museo de la Memoria es una manera de enfrentar a la sociedad con su pasado", declaró, por su parte, el novelista Mario Vargas Llosa, quien señaló que un edificio de este tipo "debe ser un museo de todas las víctimas, sin excepción".
El museo tendrá una exposición permanente con documentos, objetos y abundante material audiovisual y archivos sonoros, entre ellos testimonios de las víctimas y sus familias, documentos jurídicos, cartas, fotografías y material de prensa.
La propia presidenta puso en diciembre de 2008 la primera piedra de este edificio, diseñado por el arquitecto Mario Figueroa, de la Universidad de Sao Paulo, levantado en el barrio santiaguino de Quinta Normal y que cuenta con 5.500 metros cuadrados construidos.
Frente al edificio se extiende una plaza de 8.000 metros cuadrados con dos grandes fuentes y una muralla en la que se pueden leer los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948.
Tras finalizar su mandato, el próximo 11 de marzo, Bachelet tiene además previsto integrarse como miembro permanente del directorio de la Fundación, que estará formado por 15 personas representativas de diversos sectores de la sociedad chilena.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) felicitó hoy a Chile por la inauguración del museo, que representa, dijo, un importante símbolo de la lucha contra la impunidad y de una cultura que se basa en el respeto a los derechos humanos. EFE
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