Wines of Argentina, entidad responsable de la imagen del vino argentino en el mundo, realizará festejos por el Día Mundial del Malbec en Lima con tres actividades. La primera se llevará a cabo el 22 de abril en el MAC de Barranco, durante la inauguración del PARC.
La celebración continuará el 23 y 24 de abril en el Centro Cultural de la PUCP, junto con la inauguración del Festival de Cine Argentino que organiza la Embajada de Argentina. Además llegará a Lima reconocido chef de Azafrán, Pablo Ranea, quien dirigirá una degustación de vinos y cocina argentina en Urban Kitchen en un evento abierto al público que quiera unirse a la celebración el viernes 17 de abril a las 19.30 hs.
Este año el evento tendrá como coprotagonista al cine, que, al igual que el vino, combina arte y producción a la vez. Hacer cine implica crear experiencias audiovisuales, contar historias, agudizar nuestra percepción del mundo e inventar atmósferas que estimulan nuestros sentidos. La cinematografía engloba diversas disciplinas: fotografía, literatura (guión), música, actuación y montaje. Es un proceso largo que involucra el trabajo de toda una industria. Su parte final, el montaje, implica una selección cuidadosa de los elementos de trabajo y la realización de una síntesis perfecta.
Del mismo modo, el Malbec es arte porque refleja esa manera de ser de los argentinos; simboliza su carácter, pasión y la relación férrea con la tierra; crea atmósferas íntimas que refuerzan vínculos, aportan calidez y confianza, y alteran la percepción sensorial; y es industria porque reúne las capacidades del capital humano y sus avances tecnológicos para mejorar con el tiempo.
Lights, Camera, Malbec es una festividad dirigida a los amantes del vino y su propuesta incluye degustar vinos Malbec de todos los estilos y terroirs. Los asistentes al Festival de Cine Argentino podrán disfrutar de la proyección de los tres cortometrajes ganadores del concurso organizado por WofA y cuya finalidad es mostrar la cultura y el espíritu argentino en el mundo.
El origen de la uva Malbec se encuentra en el sudoeste de Francia. Allí se la ha empleado para elaborar los vinos denominados “de Cahors” (en referencia a la región), reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.
La conquista del mercado inglés fue un paso decisivo en la valoración de esta cepa, tanto en el Reino Unido como en el mundo. Hacia fines del siglo XIX, la plaga de la filoxera destruyó la viticultura francesa, por lo que la variedad Côt –como se le conocía en la zona Cahors–, cayó en el olvido, dejando, sin embargo, la construcción de una cultura de apreciación del Malbec.
Sobre dicha base se erige la posterior historia del Malbec en Argentina. La cepa llegó a este país del Cono Sur en 1853, de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por el entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de uva como medio para mejorar la industria vitivinícola del país. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la legislatura provincial, con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Este proyecto fue aprobado con fuerza de Ley por la Cámara de Representantes, el 6 de septiembre del mismo año.
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