La casa está ubicada en la calle Ladislao Cabrera, en Cochabamba, y su actual moradora, a quien el Nobel de Literatura conoce, le ha hecho algunas refacciones.
Mario Vargas Llosa transcurrió su infancia en Cochabamba, Bolivia, en una casa ubicada en la calle Ladislao Cabrera 168, en Cochabamba, lugar en el que, según ha dicho el Nobel de Literatura, fue muy feliz y donde su abuelo Pedro Llosa le contaba cuentos.
La fachada de la casa sigue siendo la misma, incluso el zaguán, aunque los colores deben haber variado. Lo que ya no está es el inmenso árbol de pacae del primer patio que mantenía esa zona en cierta penumbra y que era el lugar perfecto para escuchar las historias fantásticas del abuelo Pedro.
Hubo algunas variaciones en la casa: el corredor forma parte ahora de una sala, la cocina se ha modificado y hasta uno de los patios se ha techado. Los dormitorios con sus altos techos siguen igual que hace 70 años.
“A Carmen Viuda de Tapia, con mucha nostalgia de la casa de Ladislao Cabrera donde fui un niño feliz, de Mario Vargas Llosa”, firmado en noviembre de 1998, reza la dedicatoria del Nobel de Literatura en un libro, uno de los tesoros que guarda la actual dueña de la casa.
Comparte esta noticia