Según CCTV, los máximos representantes de FedEx, Mercedes-Benz, Sanofi, HSBC, Hitachi y Aramco tomaron la palabra durante el encuentro con el presidente Xi Jinping y recalcaron que China "inyecta estabilidad a la economía mundial y se convierte en un oasis de certidumbre y un punto caliente para la inversión y los negocios".
El presidente chino, Xi Jinping, mantuvo este viernes en Pekín una reunión con más de 40 consejeros delegados y altos ejecutivos de grandes empresas multinacionales en la que aseguró que "la puerta de China se abrirá cada vez más".
Xi indicó que su país "ha sido, es y será sin duda un destino de inversión ideal, seguro y productivo para los inversores extranjeros", según un comunicado difundido por la cadena estatal CCTV, que citó a representantes de empresas como FedEx, Mercedes-Benz, Sanofi, HSBC, Hitachi o Aramco entre los asistentes al encuentro, aunque medios internacionales también han mencionado a ejecutivos de otras como Samsung, Maersk o Blackstone entre los participantes.
El mandatario aseveró que el gigante asiático "garantizará la igualdad de trato para las empresas extranjeras en China y protegerá la competencia leal en el mercado", en plena campaña china para recuperar la inversión extranjera —que en 2024 marcó flujos negativos récord— y para promover el desarrollo del sector privado, cuya confianza ronda mínimos históricos.
Xi indicó que "el aprovechamiento activo de la inversión extranjera" ha sido uno de los "elementos clave" para que "China ingrese rápidamente al mercado mundial y alcance los tiempos modernos a pasos agigantados".
El presidente chino destacó el "enorme potencial de inversión y de consumo" de su país, al tiempo que garantizaba a sus interlocutores que las autoridades del país asiático "fortalecerán la comunicación y el intercambio con los inversores extranjeros para facilitarles al máximo el comercio y la inversión en China y protegerán sus derechos e intereses legales conforme a la ley".
"China seguirá el camino del desarrollo pacífico y se esforzará por crear un entorno favorable al desarrollo de las empresas extranjeras", aseveró el líder chino, que reiteró que "la globalización económica es una tendencia histórica imparable", en sintonía con lo dicho por el Gobierno chino en los últimos meses, en los que se han agravado sus fricciones comerciales con Bruselas y Washington.
Un "oasis de certidumbre"
Según CCTV, los máximos representantes de FedEx, Mercedes-Benz, Sanofi, HSBC, Hitachi y Aramco tomaron la palabra durante el encuentro y recalcaron que China "inyecta estabilidad a la economía mundial y se convierte en un oasis de certidumbre y un punto caliente para la inversión y los negocios".
"El desarrollo de China es el motor central de la economía mundial, y sus enormes oportunidades y margen de crecimiento son apasionantes", señalaron los empresarios, de acuerdo con la cadena oficial.
La delegación empresarial avanzó que "ampliará su inversión y cooperación con China y penetrará profundamente" en su mercado, al tiempo que aseguraban que apoyarán "la apertura del comercio global" y protegerán "el libre comercio internacional".
Algunos de los participantes han permanecido esta semana en China después de participar, los pasados domingo y lunes, en un foro de alto nivel organizado por el Gobierno del país asiático, en el que el vice primer ministro chino He Lifeng aseguró que su país "seguirá abriéndose" y que habrá "resultados beneficiosos para todos".
Inversión en mínimos históricos
En un contexto de agravamiento de las fricciones comerciales a nivel mundial, la decisión del líder chino de verse con las compañías extranjeras coincide asimismo con la presencia del comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, en Pekín para limar diferencias comerciales y quien hoy se verá con su homólogo chino, Wang Wentao.
Cabe destacar que, según Bloomberg, China registró el año pasado un saldo negativo de inversiones foráneas: solo en noviembre, la inversión de cartera hacia el gigante asiático fue de 188.900 millones de dólares, mientras que la salida de China a otros países fue de 234.600 millones de dólares, traduciéndose en el mayor déficit mensual en la serie histórica.
En los últimos meses, China ha presentado planes para "estabilizar" la inversión extranjera y atraer capital a sectores como las telecomunicaciones, la atención sanitaria y la educación.
A la vez, las autoridades tratan de recobrar la confianza del sector privado, un empeño ilustrado por la reunión que mantuvo en febrero pasado Xi con los líderes de destacadas empresas tecnológicas del país, un sector que, en los últimos años, había estado en el ojo del huracán ante las campañas reguladoras de las autoridades.
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